Partimos de una Casita que diseña un ambiente emocional seguro y estable, en el que el niño y la niña viven la enorme satisfacción de sentir el “yo soy capaz y puedo hacerlo por mí mismo”, permitiendo a cada uno su tiempo necesario para crecer.
Ayudamos a los niños y niñas a que se construyan a sí mismo como seres plenamente autónomos y libres, que confíen en sí mismos, en sus habilidades y que sean conscientes de sus limitaciones y de cómo superarlas.
Les permitimos ser, utilizando el lenguaje que anticipa los procesos, poniendo palabras a todo lo que va sucediendo: en el lavado de manos, el cambio de pañal, en el momento de la comida y el descanso, pidiéndoles permiso y haciéndoles partícipes de lo que sucede y respetando sus ritmos.