El juego es la forma natural e innata que tienen los niños y las niñas de aprender. El juego es un derecho, una actividad placentera que contribuye a su construcción personal.
Jugando estrechan vínculos afectivos, comparten experiencias con sus iguales colaborando, imitando, relacionándose y aprendiendo del otro, configurando unas fuertes relaciones afectivas.
En la Casa de Niños fomentamos juego libre, porque es la forma intuitiva que los niños y niñas tienen de aprender. Es la actividad más completa donde desarrollan todos los lenguajes: oral, gestual, matemático, musical, simbólico, artístico…y capacidades. De ahí la importancia que damos a esta actividad, ofreciéndoles espacios y materiales de juego con múltiples posibilidades.
Siempre ante la mirada atenta de unas educadoras que observan, que surgieren y acompañan los proyectos, procesos y emociones que se dan en el juego.
El juego es emoción, lo que no te emociona no te conecta con el mundo.